Además de lazos familiares, las circunstancias de mi vida laboral me han reunido infinidad de veces con la colectividad judía. Desde Enrique Grinberg, que me convocó para coordinar los grupos de stand up de Studio Shenkin, hasta la posiblidad de trabajar junto con Roberto Moldavsky, alumno de superlativo talento surgido de esa cantera y Jorge Schussheim en la "Peña Shmeña"; en todos estos casos, he pasado momentos extraordinarios junto a esta comunidad.
En Tzavta y otras instituciones, coordiné charlas/show en las que fui desarrollando los principales ejes de la comedia stand up, explicando sus características e ilustrándolas con fragmentos de monólogos a fin de ejemplificar de qué se trata este arte. Esta modalidad no tiene antecedentes, pues reúne la faz didáctica de una clase o una conferencia con intervenciones actuadas.
En Purim, durante el año 2011, actué para Jabad Lubavitch, en el templo de la calle Agüero, una gratificante experiencia.
Como les contaba, el taller de stand up que se creó en 2007, divulgó el género por toda la comunidad, repitiendo la experiencia con éxito con otras camadas de participantes. Gracias a esta vivencia, fui modelando mi monólogo judío desde la perspectiva "goi". En este mismo sitio pueden ustedes visualizar un fragmento de los cuarenta minutos de duración que tiene ese monólogo.
Las presentaciones se extendieron por muchos lugares: el stand de Israel de la feria de las colectividades en Rosario, la comunidad judía de Lanús y hasta un show que ofreció la primera camada de comediantes surgidos del taller de Studio Shenkin, en Montevideo.
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